Era un inspector de la SGAE, de esos que tanto se habla últimamente por sus continuos intentos de inmiscuirse en nuestra intimidad con tal de preservar los "derechos" de sus asociados. Nunca me había cruzado en mi camino con ninguno de ellos, y después de tantas historias leídas y escuchadas, me los imaginaba enjutos en una capa negra, con colmillos y que paseando su bolsa recaudatoria para que nuestros artistas puedan comprarse una nueva mansión gracias a todas las peluquerías, fruterías y demás negocios del país. Me imaginaba que se les podría distinguir por la calle por su aspecto inquisitorio y que la gente se cambiara de acera a su paso por miedo a que registrara sus iPods o teléfonos móviles en busca del politono pirata. Sin embargo, este parecía una persona normal, que podría haber entrado en la peluquería para cortarse el pelo, como cualquier otro, pero en lugar de ello, llevó a cabo su cometido recaudadatorio sin ningún tipo de escrúpulo.
¿Qué sentido tiene intentar que alguien pague por tener la radio puesta? Las empresas se anuncian en la radio para que la gente escuche sus cuñas entre canción y canción. Las mismas radiofórmulas ya pagan sus derechos para poder emitir las canciones, por lo que pagar dos veces por lo mismo carece de toda lógica. Cada uno de nosotros tenemos a nuestra disposición pequeños radiotransistores, incluso integrados en nuestro teléfono móvil para escuchar la radio. Pero si en lugar de utilizar cada uno el nuestro, utilizamos uno común para todos, hay que pagar...!Al final se las tendrán que ver incluso con los ecologistas por fomentar el consumo de energía!
Puede que este individuo ni siquiera disfrute haciendo su trabajo, pero estando como están las cosas tampoco es plan de andarse con demasiados escrúpulos. También será consciente de que el 99% de los dueños de negocios hagan lo mismo que la peluquera de este caso, que esté encendiendo la radio al mismo tiempo que le desea buenas tardes. Puede que se sienta observado y odiado por todos y cada uno de los clientes de los negocios que visita con su discurso inquisidor, acusando de robar a personas que lo único que hacen es hacer publicidad de sus defendidos..Me gustaría saber a mí cuantos discos venderían algunos artistas (Por llamarlos de alguna manera) si no fuera porque nos bombardean con sus temas a todas horas en la radio, ya sea en el coche, en la peluquería, o cualquier otro establecimiento, quieras o no.
Ingrato trabajo el tuyo inspector, que sepas que no te envidio, que me das incluso pena, y que la peluquera volverá a encender la radio de nuevo.
1 comentario:
"non bis in idem" que, aunque de naturaleza sancionadora, es perfectamente aplicable a la práctica de la SGAE. Si las emisoras de radio ya pagan los derechos por la emisión de música ¿por qué ha de pagar quien sintoniza esas emisoras? es una doble penalización o un doble lucro, por supuesto injusto.
Publicar un comentario